sábado, 29 de agosto de 2009

Tristeza

No es mucho lo que piensa; es más bien mucho lo que siente.

Estornuda fuertemente y, tras sorberse la nariz, se desliza lentamente contra la blanca pared de sólo Dios sabrá qué lugar, cayendo sentado en el frío y duro piso de oscuras y sucias baldosas. La frialdad de la noche entonces insiste con más ganas de colarse entre sus gruesas ropas de invierno para robarle la poca calidez que su cuerpo todavía mantiene con tanto esfuerzo.

Ama tanto como desprecia a su vida...

Le gusta hacer dramas, le gusta gritar y, al mismo tiempo, odia cuando se pone a llorar al darse cuenta de que está vagando en círculos una vez más y que el tiempo no perdona y a él se le están acabando los días. Piensa en besos, en sonrisas, en palabras y no se siente orgulloso, porque está demasiado vacío o demasiado lleno como para poder articular un recuerdo coherente.

Se sentiría tan bien poder corresponder al mismo deseo con el que la persona a su lado le mira... Sería tan bueno que las palabras que ahora abandonan sus labios fueran pronunciadas de verdad para esa persona que le escucha con atención y un montón de ilusión... Sería lo mejor el poder abandonarse a esa persona que le sonríe con picardía y que, ingenuamente, deseosa y expectante, le espera con los brazos abiertos...

Lo mejor que podría pasarle sería tener un repentino ataque de amnesia y así ser capaz de dejarse llevar por los placeres que la vida le ofrece; pero, antes de que eso suceda, como el pinchazo de una aguja, la vida le recuerda que en la realidad eso no pasa y que, como en las noches anteriores, ésta también la pasará con la mente divagando en los terrenos que más le atormentan y deja que le amarguen.

Como todos los días, no olvida, pero tampoco sabe quién es ni qué puede hacer para moverse; está preso, como siempre.



29-08-2009
La siempre presente respuesta

jueves, 27 de agosto de 2009

Being Happy

Ser feliz implica poco esfuerzo, alineación de las estrellas, ignorancia extrema y una sonrisa hermosa proveniente de la persona que te gusta.

Así de sencillo.

sábado, 22 de agosto de 2009

When hate is so unbearable...

Al despertar cada mañana, suspira. Siempre es un día más; tiempo que pasa lentamente, burlándose de su patética vida y de sus mediocres e ingenuas ambiciones para esa desgracia llamada futuro.

Desganado, trata de ignorarlo todo. Hay días en que sonríe, hay días en que se enfada, y están esos momentos desagradables en los que tiene ganas de llorar y lanzar todo lejos, deshacerse de sus recuerdos, del pasado, de lo que deja que le ate y de lo que deja que le perturbe. Odia tanto su vida...

Había pasado tiempo desde que las luces de su escenario se apagaran por completo. En el presente, una a una se van fundiendo, dejándole solo en un sepulcral silencio y una oscuridad acosadora y repleta de agonía.

Odia ser quien es, odia las burlas que las paredes murmuran mientras le miran de forma acusadora, odia alzar la vista al cielo para quedarse con las ganas de ver alguna estrella. Se cansa y piensa en la necesidad que le carcome de olvidarse de todo.

Esta noche, piensa, que es en realidad tan poco lo que le ata al deseo de vivir...

No puede evitar preguntarse cuándo el deseo se convirtió en deber, pero lo que más le revuelve la mente es la impotencia que fluye por sus venas tan rápidamente. El alma se le está congelando de pura tristeza y decepción.

No es quien quisiera ser ni está en el lugar que siempre ha deseado pisar. Lentamente, mientras el otoño se acerca, le es más duro resistirse a la urgencia de aliviar sus malestares cediendo al dolor. Al menos eso, se dice, podría darle la mitad de las cosas que tanto ha soñado tener.


Oblivious

Guilty

Respirando agitadamente, mantenía los ojos fijos en un punto indefinido de la habitación; no le importaba la sensación pegajosa de su entrepierna o los espasmos que recorrían su desnudo cuerpo. Lo único que tenía bien presente, mientras trataba de regular su forma de recuperar el oxígeno perdido, era cierto rostro varonil mirándole, ofreciéndole la tan usual atractiva sonrisa que le hacía sentir que estaba por tocar el cielo de la alegría que le embargaba por saber lo mucho que le importaba.

Su cuerpo estaba satisfecho, pero el resto de sí gritaba con disgusto, asco y agonía, que era un estúpido ingenuo; la clase de mierda por la que nadie se interesa. El espejo reflejaba una penosa y asquerosa imagen de sí mismo, jadeante, arrepentido e insoportablemente enojado: Una vez más, la persona acostada a lado suyo no era aquél al que él deseaba abrazar aun si sus ojos y cabello eran tan semejantes a los de ese alguien por el que casi todas las noches terminaba en la cama con un extraño.

Sí, era un famélico masoquista que no podía parar de evocar la imagen de aquella persona a la que quería entregarse... la sonrisa que deseaba cubrir con besos y palabras de amor murmuradas al oído.

¿Por qué jamás sería correspondido?




22-08-09
Extinción
Atria

Pity

Porque su cobardía ha sido más grande, se muerde el labio inferior hasta hacerlo sangrar y no deja que cierta confesión abandone su lugar en lo más profundo y oscuro de su alma. No ha pronunciado esas dos palabras a pesar de que lo ha deseado tantas veces que ya hasta perdió la cuenta... Se ha contenido tan bien cuando esa persona le dedica esa diáfana sonrisa y le pregunta, con verdadera preocupación, si se encuentra bien... Se ha clavado las uñas en las palmas para evitar alzar los brazos y rodearle cuando lo ve tan cerca... Desvía la mirada, con el rubor arrebolándose en sus mejillas, cuando aquella persona bromea sobre el futuro que les espera juntos y sólo alcanza a pronunciar “torpe”, apenas de forma audible, porque teme que la voz se le quiebre ante su enfrentamiento con la desdeñosa realidad: que esa persona no es suya de la forma en que él quisiera.


Lo ha visto dormir y ha pensado en cuánto le gustaría que siempre se viera así de tranquilo y en paz, porque él sabe, por mucho que el otro lo esconda, que pasa por más cosas de las que dice, que tiene más preocupaciones de las que le comparte y por supuesto que quiere ayudarle, pero el otro jamás le ha dejado acercarse tanto; al menos no a él.


Se siente sucio cuando termina alguna ronda de sexo, porque nunca ha visto el rostro de la persona con la que está en el momento; su mente está lejos, se ahoga en la lujuria y el instante para tratar de no pensar en cuán feliz le haría que fuera otra la persona que un día llegara y le dijera que sin él no puede vivir; pero cuando está a punto de lograrlo, cuando la realidad se rompe en luces y el placer es tan fuerte que le paraliza, en ese instante lo ve, sonriéndole, esperándole, y sabe que no tiene perdón y que esa será por siempre su maldición.


Un día va a llegar a sus oídos el rumor sobre una celebración que va a terminar por destrozarle el corazón. Lo sabe. Y también sabe que debe de alejarse lo más pronto posible, porque su autocontrol no va a durar para siempre y un día va a terminar soltando las cosas de las que posiblemente se arrepentirá toda la vida; pero es que todavía no puede... aún no se siente capaz de darle la espalda a ese ser para marcharse lejos, a algún lugar en donde no pueda encontrarle. Por más que le duela, quiere tratar de aplazar esa partida, porque aunque ya sabe el final de esa historia, todavía no quiere llegar a él...


Al menos por unos momentos, quiere permitirse creer que no existe ese futuro aguardando a su puerta y que todo es un mal sueño, que siempre serán amigos y que jamás dejarán de estar juntos. Quiere creerlo, de verdad quiere creerlo; pero cuando se despiden y ve cómo el otro le da la espalda para tomar su camino a casa, recuerda que su tiempo con él es prestado y que es otra la persona destinada a estar su lado por el resto de su vida. Una persona que jamás será él, aun si cada noche le ruega y suplica a su dios lo contrario.



24-07-09

Faceless Angel

Atria


Watch shonen ai x3~