sábado, 28 de junio de 2008

To carry on

Para seguir adelante

Cada noche termina, un día que nacerá
Es una nueva mañana que nadie conoce

Ponemos nuestros deseos en el tren atestado,
o solamente lo llenamos con nuestras preocupaciones

Dime por qué estuviste aquí, desvelado
Seguramente si le hablaras a alguien, las cosas se volverían más fáciles

Mientras estamos perdidos, debemos estar en el camino a algún lugar
Y sin embargo, continuamos mirando hacia el cielo.
De nuevo seguimos caminando,conservando solamente a nuestras debilidades, dudando de nosotros mismos.

Cada lluvia termina, un arcoiris nacerá
Éste construirá un puente a algún lugar muy lejano

Si la parte baja de tus jeans está mojado
Deberías mantenerte de pie, no te apresures

Cuéntame acerca del sueño que te importa
~Porque~ simplemente no diré "Buena suerte"

Cuando finalmente terminamos, somos empujados a continuar
Y todavía seguimos alzando la vista hacia nuestros sueños
Sólo la fuerza del creer en nosotros mismos, abrirá la puerta al futuro

Tú ~sólo~ te rindes
pensando "estos son sueños que no se volverán realidad".
Vamos a sentir las cosas que no podemos ver
Para seguir adelante, aférrate fuertemente a tus deseos y esperanzas

No pierdas la vista de tu mañana
Vamos a continuar siguiendo nuestros infinitos sueños
La lluvia terminará cuando el mañana llegue
Brillará en nuestro mañana de nuevo

Vamos a intentar creer de nuevo
"No hay sueños que no se puedan realizar"
Vamos a sentir las sendas que no podemos ver
Para continuar ~tomar~ un paso a la vez en el camino sólo para ti, está bien
El futuro está esperando para seguir adelante

miércoles, 18 de junio de 2008

LOL

Ayer me di cuenta que en la prepa todavía puedo ser todo lo rebelde que quiera porque lo peor que me puede pasar es que me riñan por eso, y en la universidad es un mundo aparte. Mientras seas inteligente y pases tus materias, nadie dice nada...
Pero cuando entras al verdadero mundo real... por más inteligente que seas en un principio no sirves si no sabes acatar las reglas...
Y lo único que le queda a tu rebeldía es ser controlada u.u

domingo, 15 de junio de 2008

kyaaa~

Estoy con sueño xD
Ayer estuve a punto de llorar cada vez que escuchaba una frase acerca de luchar por lo que crees...
Qué decepción, en lo que creo es en un mundo donde el verdadero amor aún puede despertar en el corazón de la gente...
Y lo que estoy haciendo para descubrir que es cierto es, como a menudo, nada...
Y BAH!
I'm not giving up yet!!!

jueves, 5 de junio de 2008

Invariabilidad

Puede iniciar tecleando palabras hermosas y vacías, profundas en la inmensidad de una nada que era lo único que podía transmitir hasta la fecha. Podía engatusar el oído de una dama con frases dulces o incluso podría llegar a confundir el raciocinio lógico de un filósofo con tan sólo soltar unas cuantas palabras ingeniosas y con una ilación extrañísima impresa en ellas.

Podía hacer tantas cosas y a fin de cuentas no hacía nada. Se quedaba acostado en la manta que se mantenía sobre el pasto (si la verde hierba lo tocaba, era seguro que no tardaría en sentir la picazón a causa de la alergia) y mantenía los ojos cerrados, sin ver las aburridas nubes que seguían moviéndose y dibujando intentos de figuras que le resultarían conocidas si se pusiese a observar.

Pero no había caso, porque no le interesaba.

Su interés estaba puesto en la sensación que corría por todo su cuerpo de únicamente recordar una insignificante y diminuta caricia sobre sus mejillas. Lo escuchaba, el murmullo sublime que exclamaba tres palabras; lo saboreaba, la agridulce muestra de una unión meramente impulsiva; lo olía, la fragancia que le calmaba y le adormecía; alcanzaba a hacer algunos trazos imaginarios sobre la faz y aun así podía estar seguro de que tocaba la piel de terciopelo; lo observaba, el beso que dio con una mirada y la inevitable ilusión despertando tan lentamente dentro de sí, y los ojos no cedían ni a la dilatación ni al parpadeo rápido. Un sublime y cautivante momento donde no existía la prisa ni la pausa, como reconocer lo que habían visto tiempo atrás. Como si los labios se moviesen en una exquisita curvatura llamada sonrisa, como si la piel se erizase con la lejana respiración del otro y un hormigueo recorriese los labios no-tocados aún. Y ni hablar del exuberante sopor enmielado que les guiaba lentamente hacía un placer más allá de lo físico o lo emocional, mayor que un momento, inalcanzable y delicado, casi febril, pero real.

Una pequeña apariencia rota como un montón de cristales resonando en el piso tras caer. Una deleznable inocencia que se tornaba perversa y deseaba fragmentar los límites impuestos para poder pronunciar las palabras que todavía no sabía. Existía soledad en el vocabulario y también la palabra consuelo y ansia rondando por sus mentes, pero también había algo que no sabían cómo nombrar.

- Camina – indicó una voz cercana a sus figuras, pero de esto sólo prestaron atención los testigos y el demandante.

Cerraron la puerta: Las miradas se desviaron y el beso terminó aun si no necesitaban que sus almas recuperasen el hálito robado. Fue entonces que los caminos se separaron y ahora Elliot no podía evitar preguntarse qué hubiera pasado si el encuentro se hubiese completado.

Lo pensaba y la idea le parecía atractiva, pero estaba más cómodo tumbado bajo la sombra del roble de la casa y no tenía la menor intención de abrir los ojos para descubrir el sol alumbrando todo. Prefería quedarse en la oscuridad y no saber más.

Abrazaba tiernamente el recuerdo del rubor instalándose sobre las facciones anheladas y un suspiro escapó sin que él fuera consciente de ello. Únicamente pensaba en que deseaba dormir y no soñar.

El frío se colaba entre sus ropas y pronto sus piernas lo resintieron: Dolían. Pero más le hería la aflicción que llegó cuando él no pudo dejar de pensar en lo indeseado, y tenía ganas de sonreír y creerse la mentira de que todo estaba bien; mas no había motivos cerca y solamente por eso fue capaz de esbozar una sonrisa ladina hasta que ésta comenzó a languidecer cuando el indestructible desasosiego arremetió con fuerza contra su cabeza y así solamente hubo una palabra que llegó a su mente y le dejó consternado.

La palabra era Amor, y el Amor es Destino. Eso fue lo que, curiosamente, le hizo sonreír de verdad en vez de ocasionarle las ganas inmensas de llorar.

¿El amor era hermoso porque era efímero? Un sentimiento que podría desvanecerse…

El viento soplaba y él sabía lo que decía, “Una vez que este amor se concrete, será roto”.

- La temperatura está bajando – murmuró una persona frente a él.

Cuando volvió a abrir los ojos, la noche había llegado y la luna no estaba presente al igual que las estrellas porque las nubes grisáceas las cubrían. No pudo evitar pensar en el tiempo que había pasado. Se ilusionaba formulando su futuro, y ésa persona continuaba mirándolo.

- Te resfriarás si no entras – le advirtió la misma voz, tendiéndole la mano para ayudarlo a levantarse –. Vamos.

Pero él negó.

- No quiero decirle ‘Hasta siempre’ – musitó, alzando la cara mientras cerraba los ojos para sentir el toque gélido del viento –. ¿Así va a terminar?

Sus manos temblaban. No quería despedirse, sin embargo, tampoco se atrevía a decir algo. “Los amigos son amigos”, repetía en su mente, controlando las ansias de devolverle la mirada. De todos modos, podía adivinarlo. El rostro de ella debía estar con las lágrimas rodando por sus mejillas, mordiendo con fuerza su labio inferior para no permitir que ningún sollozo escapara de su garganta.

Palabras, palabras, le decía a veces su querida hermana menor. Aunque, después, ella sonreía, mostrándole una cándida curvatura de labios finos y sonrosados al tiempo que su voz emitía una suave risa fluida. Tal vez, ésa era su única verdad: Ser quien era, le brindaba un orgullo inimaginable sólo con ver ese minúsculo gesto. No obstante, lo único que ella hacía ahora era llorar.

- Deberías ponerte de pie, correr y detenerle – le aconsejó ella, arrodillándose a su lado para tomarle de las manos –. Si de verdad te duele, ¿qué crees que piensa ella?

Elliot Danvers no quería imaginarlo. No quería pensar en nada. Continuaba firmemente aferrado a su deseo de quedarse sumido en el anhelo, en las memorias, en esperar a que las estaciones pasaran una y otra vez trayéndole recuerdos. Así quería que su existencia se consumiera, porque no merecía algo mejor. Él jamás podría traerle la felicidad a Lunalli, no la que ella merecía.

Tenía miedo.

- Si ella viene a decir adiós, dile que no estoy – le pidió a su hermana, abriendo sus ojos.

Catherine Danvers siempre creyó en la falacia que decía que los ojos son los espejos del alma porque no podía creer que su hermano estuviera vacío. Debía estar ocultando su dolor, la amargura, pero algo debía estar sintiendo. Por eso apartó bruscamente la mirada y lo soltó, poniéndose de pie.

- Ella te enseñó a creer desde el momento en que te diste cuenta de que la amabas – aseveró, negándose a llorar más. Era su hermano quien debía derramar ésas lágrimas, no ella por él –. La vas a traicionar y a pisotear sin darle la cara, ¿es eso lo que buscabas?

Él esbozó una media sonrisa de amargura, negando.

- No lo entenderías, Catherine.

La pelinegra se dio la vuelta y se marchó de ahí, sin decir más. Elliot se quedó solo de nuevo y sin querer pensó en por qué no se sentía capaz de decirle adiós y desearle suerte. ¿Por qué entre el arsenal de hermosas frases de despedida no podía tomar al menos una para decírsela de frente?

Quería que las estaciones continuaran su paso, dejándole ir. En este mundo encontró a alguien que podía transmitirle la esperanza y la fe con solamente dedicarle una mirada.

En medio de su autocompasión, escuchó las pisadas ligeras de alguien acercándose. Entre la oscuridad pudo distinguir la figura de Lunalli. El corazón volvió a acelerársele y las ideas no eran claras, no se preguntaba qué hacía ella ahí o qué sería bueno decirle. Lo único que pasaba por su mente es que quería estar a su lado siempre.

- No me gustas – gritó la chica, deteniéndose a unos metros de él –, más bien estoy enamorada de ti.

La misma declaración soñada, el viento ahora acariciando las siluetas de ambos, la luna empezando a asomarse tímidamente entre los espesos nubarrones y el canto dócil de las ramas de los árboles meciéndose al suave compás dictado en ésa noche de verano. Eso corriendo por sus venas, calmándole, saliendo a modo de suspiro, ése movimiento era llamado preludio.

- Y es verdad que me iré – dijo la chica, acercándose a él –, pero eso no significará que te olvidaré.

Lunalli lo tomó de la mano, sonriéndole a la par que le invitaba a ponerse de pie. Elliot lo hizo, perdido en las palabras dichas, con el corazón a punto de estallar de alegría y también remordimiento.

- Perdón – susurró, abrazándola fuertemente –. Sin importar qué.

- Siempre – añadió ella, correspondiendo al abrazo.

“Hicimos una promesa, ¿no? Sin importar qué, siempre seríamos amigos.”






No ganamos.

domingo, 1 de junio de 2008

Hershey's rulz x3

Una rosa blanca.
Una rosa negra.
"Te revelo cada uno de mis sentimientos y al mismo tiempo te proclamo como mío".
Como el amor y el odio, opuestos y unidos.
El némesis eterno es aquel lazo rojo que no les permite separarse y tiene por nombre Destino.

Watch shonen ai x3~