Hay amor y hay locura. Hay ternura, pero también hay rencor y mucho remordimiento. Cuánta pena...
Ayer la lluvia cayó y hoy quién sabe. Los dedos se deslizaron y rozaron piel, los labios se abrieron para dejar escapar sonidos de amor y dolor. Rostros se encontraron en la oscuridad y la angustia devoró la vanidad y todo rastro de lo efímero y lo falso.
Alguien rompió un espejo. Al final, todo quedó atrapado. Hoy, quién sabe.
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