Él siempre será importante. Jamás podría olvidarle cuando ha sido el centro de su vida por años...
Y se pregunta por qué tiene que doler de esa forma cada noche en la que trata de conciliar el sueño y, deprimido, cierra los ojos y se deja llevar por el onírico mundo que su cansada y hastiada mente le ofrece.
Agoniza sin remedio. Día tras día se ve angustiado por los repentinos y terribles hechos que se llevan consigo parte de las esperanzas que su pobre alma se empeña en guardar, y en lo único que es capaz de pensar cuando le arrebatan un fragmento de su todo es en que quiere marcharse.
Cuando su orgullo está tan quebrado, su dignidad se empieza a manchar y la voluntad se resquebraja, desea irse. Quiere desaparecer de la vida de todos ellos y tratar de comenzar de nuevo. Anhela verlos sufrir cuando noten que ya no estará ahí...
Le duele pensar en los hubiera y en los si, mas no puede hacer nada porque es débil, patético y sin encanto. Y lo que hará hoy y siempre será esperar y esperar hasta que todos se vayan y entonces él pueda decir adiós sin arrepentirse por primera vez en toda su vida.
PD.- Y está cansado.
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