sábado, 1 de noviembre de 2008

Presente


"...The feeling that comes when something is not how we want it to be is mortifying, and what comes then is the feeling of not wanting to fail, not wanting to run away...But you know? The one who doesn't have these feelings won't do anything in life."

Un día escuché esto y estuve totalmente de acuerdo con esa forma de pensar. Me decía, la persona que no sienta ansiedad o alguna emoción intensa con respecto a lo que hace, no es porque necesariamente esté muerta, sino porque su motivación, o ha sido regalada, o ha sido enterrada en algún punto del largo camino.

Recuerdo que lloré muchísimo cuando escuché eso y en otro segmento alguien dijo "Guys who doesn't focus on the work in front of them, don't have the right to talk about their dreams".

En ése momento lloré porque me sentía conmovida, profundamente tocada por aquel sentido de honor que esas palabras encerraban. Hoy tengo ganas de llorar de vergüenza, porque en ése momento me sentía repleta de confianza y de sueños y de ganas; al día de hoy, en este instante, estoy siendo una persona simple que reconoce que se cayó muy duro y que sigue en el piso. Alguien que no se está concentrando en lo que hace ni en lo que quiere, alguien que está a la deriva y aún así se empeña en hacer de sus sueños su tabla salvadora.

Sé que las cosas no funcionan así. Y no pondré peros, porque esto es culpa mía.

Al día de hoy no estoy estudiando letras ni nada similar, por eso habrán notado que no hay nada en especial que haya cambiado. Da igual qué es lo que estudio, lo que fastidia es lo que estoy haciendo con ese tiempo.

Tomé una decisión, para el verano presentaré el examen para entrar a Letras; si paso, dejaré esto e iré. Si no... en realidad no tengo nada pensado para esa opción. He hecho de esto mi última oportunidad y puedo decir que quizá no daré todo por perdido, pero con el inflexible sentido de honor que tengo y un orgullo tremendo (no aquel orgullo soez que se utiliza como sinónimo de soberbia), bajaré la cabeza con vergüenza y pena.

No sé qué sucederá hasta entonces. Nada está siendo particularmente difícil desde que entré a la universidad. Mi única preocupación se cierne sobre si seré capaz de continuar con esa decisión hasta el final...

Mañana podría cambiar de opinión y aquí se nota mi falta de madurez. No me explico cómo se fortaleció en vez de comenzar a desaparecer. El punto es recordar esta promesa y ya no perder más mi orgullo, dejando que se deslice entre la mundana resignación y conformismo.

Hace mucho que había dejado de decir "Dios, por favor". Esta noche lo repetí en mi mente tantas veces que perdí la cuenta...

Me da pavor la persona que escribe justo ahora y es irónico, porque una vez aseguré que no tenía nada de malo conocer el lado oscuro de ti; es irónico y cruel y perverso, porque en este instante la angustia me invade ante la idea de que quizá dejé que saliera de control por la estúpida arrogancia.

No quiero maldecir nada, por eso he estado borrando y volviendo a escribir estas líneas; antes que nada, quiero recuperar mi valor y mis sentidos... pero no sé cómo y aunque no me esté dejando caer hasta un punto donde la luz no se vislumbre más, estoy estancada y me siento mal.

No hay comentarios:


Watch shonen ai x3~